"Te miras en un espejo, y no te reconoces. Te preguntas, más sorprendida que espantada ¿Cómo puede haber pasado tanto tiempo y no darte cuenta que algún día tu juventud te abandonaría, cuando te hizo creer que sería para siempre? Recién caes en cuenta que has descuidado tu belleza, subiste de peso y se treparon intrépidas arruguita alrededor de tus ojos. Fuiste el motor para lograr el éxito de tu familia, pero en ese loable esfuerzo, olvidaste de atender tus propias necesidades que ahora se sublevan contra ti, exigiendo su liberación e inmediata indemnización. Es normal. Este es el punto de quiebre de todas la mujeres de mediana edad, donde la decisión y la indecisión de renacer en el atardecer de tu vida te muestran su bipolaridad haciéndote creer que el día se está terminando para ti, cuando en realidad, recién estas comenzando a vivir. Tú elije". (La Bipolaridad del Atardecer)
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